Existen algunos alimentos saludables o con propiedades particulares que tienen grandes beneficios para la salud. Es común, además, que contemos con muchos de ellos en casa. Un ejemplo adecuado es una hierba aromática que utilizamos casi día a día: el perejil.
El perejil, de nombre científico Petroselinum crispum, es una hierba de origen mediterráneo que fue distribuido por todo el mundo. Las culturas antiguas como la griega y la romana ya utilizaban este aromatizante para preparar algunos guisados. Con el tiempo, se descubrieron y fueron difundiendo nuevos usos.
El componente clave del perejil
El perejil es una planta que puede ser completamente ingerida: tanto sus hojas, como sus raíces y sus semillas son comestibles. Entre sus componentes destacados se encuentran los flavonoides, “poderosos antioxidantes, con características antiinflamatorias que asisten al sistema inmunológico”, según define el periódico BBC.
Los flavonoides se utilizaron históricamente en diferentes ramas de la medicina, como la china tradicional, para la protección de la piel, la mejora de la función cerebral y la regulación de la presión arterial y el azúcar presente en sangre.
Beneficios del perejil para los huesos
Otro de los componentes altamente beneficiosos del perejil es la vitamina K, que protege los huesos. De acuerdo al National Institutes of Health, algunos estudios demuestran que las personas que consumen más alimentos ricos en vitamina K, tienen huesos más fuertes y menos probabilidades de romperse la cadera.
Además, “la deficiencia de vitamina K podría reducir la fuerza de los huesos y aumentar el riesgo de osteoporosis ya que el cuerpo necesita la vitamina K para la salud ósea”.
Cómo preparar té de perejil
Estos son los ingredientes:
- 250 mililitros de agua
- 1 ramita de perejil
- Jugo de medio limón
- Miel u otro endulzante, optativo
Para prepararlo se debe hervir el agua junto con el perejil. Una vez que esté en ebullición y el agua empiece a tomar el color de la planta, apagar el fuego y dejar reposar durante 10 minutos. Agregar jugo de limón a gusto y, si se prefiere, algún endulzante.